Los frescos renacentistas y la rica ornamentación de bóveda de la Iglesia del Carmen constituyen una auténtica joya artística, plena de medallones, guardas griegas, figuras de ángeles y «trompe l´oeils» que el artista concretó con la valiosa colaboración de Francisco Marinaro. El fresco central con sus tres planos, está destinado a exaltar, con figuras de aérea concepción, la más intensa fe cristiana. Las volutas con «putti» se complementan con la representación de la «Institución del Escapulario a Juan Stock por la Virgen del Carmen». El panel central, donde simboliza «La liberación de las almas del Purgatorio por intercesión de la Virgen del Carmen», se destaca con magnificencia la figura de la Virgen vestida con los colores rosa y celeste con que se la identifica, entronizada en toda su gloria y potencia como intercesora, iluminada e iluminante gracias a la luz benéfica de la divinidad. En esta iglesia también es posible apreciar medallones con figuras de santos y notables de la historia de la Iglesia, que estos artistas perfeccionarán en los 20 medallones del Convento de Santo Domingo.