La Casa de la Cultura, donde hoy funcionan, además del museo y archivo histórico, la biblioteca, el coro comunal, algunos talleres y se realizan actos diversos en su sala auditorio, fue el primer sanatorio que funcionó en el pueblo y en la zona y que fuera fundado en el año 1927 por quien también es responsable de la construcción del edificio en un estilo italiano renacentista: el Dr. Alfredo Grassi, quien no fuera el primer médico del pueblo pero sí quien mandó a construir el sanatorio.

Funcionó como tal hasta el año 1982. Y en el año l995 la comuna local adquiere el edificio, que estaba en un estado lamentable, y paulatinamente comienza su restauración, a instancias de la Comisión del Museo, quien había tenido la iniciativa de su adquisición, por el estilo de su edificio y por lo que representaba para localidad ese lugar, único en la región.

El 30 de setiembre de 2005 se inaugura el museo en el ala sur del edificio.

Como dato de interés, este sanatorio contó con quirófano ya en la década del 30 del siglo pasado.

Entre las anécdotas que surgieron sobre el edificio hay una muy especial que comentaban los albañiles que restauraron al sanatorio y es que cuando llegaba la noche se oían lamentos y quejidos que salían de las habitaciones de internación... por supuesto... leyendas...pero por las dudas se alejaban temprano del lugar.

A este sanatorio acudían a tratarse, en especial por casos de cirugía, gente de todas las localidades vecinas.

El cirujano Grassi había estudiado en Italia, había participado en la Primera Guerra Mundial y había llegado al país con ideas y conocimientos nuevos. La vida, el destino o el azar lo hace desembarcar en nuestro pueblo, puesto que su lugar de origen era Buenos Aires, pero prefirió radicarse en un lugar lejano, sin medios de comunicación, con escasas comodidades y en medio de la pampa para ejercer su profesión entre los muchos inmigrantes que se habían radicado en las colonias.

Edna Peiretti de Welschen