Entrevista: Elena Eliseche

Zenarruza: ¿Elena puede contarnos cuál es su relación con la ascendencia francesa?
Eliseche: Mi historia empieza con el padre de mi mamá (Alexis Elgoyhen-Haritchet), tengo la partida de casamiento de ellos, con mi abuela Anne Arabarco. Todos vascos somos, por los cuatro costados. Comienzo por él porque ahí se empezó a formarse la familia. Ellos vinieron, no estoy segura si en 1908, tuvieron dos hijas: mi tía que nació en Bell Ville (Córdoba) y mi mamá también en 1912. Mi abuelo era del campo y vino a hacer trabajos rurales, se conchababa en los campos para ordeñar y otras cosas, el “vasquito lechero”, y después se hizo su fortuna. Con el dinero de la venta de todo lo que tenía (una casa hermosa en Bell Ville y un auto) se compró siete casas en Santa Fe, pero trabajaba de sol a sol. Mi abuela cocinaba para toda la peonada que hacía los trabajos de los caballos, las monturas. Vinieron a poner el lomo a la Argentina.

¿En qué año vino tu abuelo?
No lo tengo muy presente, creo que en 1908.

¿Por qué emigró a Argentina?
Porque la situación no era para nada buena. Mi abuelo volvió tres veces a Francia y se fue trayendo sobrinos, que no estaban en buena posición, se trajo como cuatro. Después de la guerra de 1870.

Dijiste que estaba en Bell Ville y de ahí compró casas en Santa Fe ¿Sabés por qué se vino de Córdoba a Santa Fe? ¿Tenía amigos, parientes?
Sí. Él siempre se relacionó con los vascos que estaban acá, siempre en el centro vasco “Gure Etxea” se reunían, jugaban al mus, que era un juego vasco, iban al café. Fue el único abuelo que yo conocí, falleció cuando yo tenía cinco años. Me llevaba al café frente a Regatas. Lo llamábamos con el nombre de abuelo vasco “aitañí” y “aimañí” se dice abuela. Era muy cariñoso.

¿Era vasco francés?
Sí, sí. Él nació en Saint-Engrâce, es un pueblo que si cruzás las montañas, está España, pero pertenece al cantón de Tardets-Sorholus. Se casaron ahí. Mi papá es de Tardets, Bas-Pyrénées. Las provincias vascas son cinco: tres españolas y dos francesas. Jean Eliseche era el papá de mi abuelo (señalando una foto). (Comentan fotos y documentos)

Eso por parte de su abuelo materno; y de su abuelo paterno ¿qué nos puede decir?
De mi abuelo paterno no puedo contar gran cosa porque no los conocí. Éste era mi abuelo Elgoyhen, con mi abuela, mi tía y mi mamá (señalando una foto). Cuando mamá, era maestra elemental de piano, venía a la Alianza desde siempre y ella tocaba en todas las fiestas del 14 de julio. Mi tía ya se había casado y mis abuelos la llevan a mamá a Francia y ahí lo conoce a mi papá y ahí fue el asunto.

Por eso son del mismo cantón, de la misma región…
Sí. Fue “un coup de foudre”. Mi papá nos contó que él se enamoró de las piernas que tenía mi mamá (risas). Él era técnico electromecánico, pero era garagiste, arreglaba autos, no sé si tenía un subsuelo, que se ve pasar la gente por la vereda (risas). Se casaron allá, en la iglesia de Tardets, y vivieron siete años. El hecho de venirse, mi papá cuando vio la guerra civil española, porque estaba en la frontera con España. Nosotros estamos en la zona de Bayona, Biarritz, frente a España, los españoles que se escapaban por la guerra civil, los alemanes, todo ese asunto, que destruyeron Guernica, ese trabajo maravilloso de Picasso. Como estaban mis abuelos acá, ahí dijeron “nos vamos a la Argentina”. Te muestro “le bateau” Massilia (postal del barco, pasaporte de su padre). Trabajó en Panhard et Levassor.

Entrevista: Elena Eliseche

¿En qué lugar se casaron tus padres?
En la iglesia de Tardets. Acá ya es en Argentina, mi papá y mi abuelo materno, Alejo Elgoyhen (señala otra foto).

¿En qué año vinieron tus padres?
En 1937. Tengo 500 mil fotos porque las relaciones no se perdieron jamás.

¿Vino sólo tu padre? ¿No vino ningún hermano?
No. Esta foto de casamiento, se casaron los dos hermanos el mismo día: papá y el oncle (señala otra foto). Mi abuela, por parte de papá, tenía mueblería en Tardets. Ésta es una foto histórica: cuando Churchill pasó para la conferencia de Potsdam, mi tío hizo bailar a sus alumnos para él. (sigue comentando algunas fotos). Hermosas mujeres, que sus maridos murieron en la guerra del 14 y nunca más se casaron. (otra foto).

¿El servicio militar tu papá lo hizo en Francia?
Sí en Pau, y en el 1939 le llegó la movilización para la guerra, pero no se movió porque él ya estaba acá.

¿Esta carta…?
Mi hermana Anita y Jean, mi hermano, nacieron en Francia. Cuando vinieron Anita tenía 4 años y mi hermano –que le decían Jeanot- 1 año y medio.

¿Vos naciste en Argentina?
Sí, y mi hermano Alejo. Mis hermanos mayores nacieron en Francia porque mis padres se casaron y vivieron siete años allá. Anita es 10 años mayor que yo. Cuando vinieron en 1937 ya estaba embarazada de Alejo. Nació en julio del 37 acá en Argentina. Esta carta es para Navidad del 38, eran unas cartas… Porque la quedó a cargo de la mueblería era una de esas tres tías. La redacción, la prolijidad, una maravilla. Ella era la que hacía las facturas y cómo contaba… las cartas son un documento maravilloso, tengo todas las cartas donde contaba lo que pasaba por la guerra. Francia estaba dividida: la libre y la ocupada por los alemanes. Así que les racionaban: tal día podían buscar pan, manteca. Después, a lo último, eso fue la hermana de papá. Porque hubo una época en la que se quedaron sin noticias de Francia porque la guerra estaba en su momento más álgido. En casa papá había comprado una radio para poder escuchar la BBC de Londres. Un buen día recibieron una carta de mi abuela diciendo -todo en sentido figurado porque los alemanes requisaban toda la correspondencia-: “L’oncle germain est très malade” (el tío alemán está muy enfermo) porque se estaba terminando la guerra y los alemanes ya estaban debilitados. Ellos tenían hotel. Parece que en algún momento pasó un general francés por el hotel y una colaboracionista denunció que en su hotel había parado un general francés y ahí vinieron los de la Gestapo y se la llevaron a mí tía. La tuvieron a palazo limpio y la salvó la liberación de Francia. Mirá lo que son las cosas de pueblo: esa mujer después, cuando pasó la guerra, puso una “quincaillerie” muy grande, hermosa, y era palabra prohibida ir a comprar ahí porque era la que la había denunciado a mi tía. También se usa la caza de paloma, vienen de toda Europa para cazar palomas en los Pirineos. Siempre mi prima, cada vez que venía un alemán, lo rechazaba y no quería atenderlo en el hotel porque quedaron muy doloridos por mi tía, porque se salvó de casualidad. Todo todo todo eso lo supimos después de la guerra porque recién ahí empezaron a contar todo lo que habían pasado. Cuando Cortéz canta la canción “el abuelo” a mí se me afloja la estantería porque es la canción de todos los abuelos que nunca pudieron volver a ver su familia. Mi padre toda su vida quiso visitar su familia, dejó a su madre y nunca pudo volver. Mi abuela que los vio partir a mi hermana de 4 años y mi hermano de 1 año y medio, las cartas son desgarradoras, no las puedo leer porque me emociona, lo que sufrieron con esos chicos que no los vieron más. Son muy fuertes, las leo y lloro. Su hermano, Arnaud, vinieron dos veces los hijos de mi tío. Mis primos son Jean Eliseche –porque los dos les pudieron los mismos nombres a los hijos- y Elene Eliseche, igual que mi hermano y yo.

Entrevista: Elena Eliseche

¿De qué trabajó su padre cuando llegó a Santa Fe?
Empezó a trabajar en el ferrocarril francés, fue jefe de señal, hasta que vino el peronismo, cuando se nacionalizaron los ferrocarriles. En una oficina entraban 50. Ahí trabajó con Mercier, con Georgette, Mercier era un matemático extraordinario, muy inteligente. Con Malecau. Papá venía a la Alianza y era amigo de todos estos viejos franceses.

¿Él sabía algo de español, por su mujer?
No. Pero era tan inteligente, hasta para escribir, sin errores de ortografía. En seguida lo aprendió y lo hablaba, salvo la “r” le costaba un poquito.

¿Y en tu casa cómo se hablaban entre ellos?
En francés. En mi casa ellos se hablaban en francés, y a mis hermanos también. Yo fui la cuarta, pero mis hermanos todo tenían que pedirlo en francés. Yo, lo lamento, rompí con todo eso porque no me lo exigieron tanto. Pero yo me críe con ellos hablando todo el día francés, lo entiendo prácticamente todo.

¿Fuiste a la escuela francesa?
No. Mi hermana fue a la escuela francesa, ella ya vino hablando francés y cuando entró a la escuela sufrió mucho porque no sabía, en la Grilli, iba a las dos escuelas. Ella quiso seguir el profesorado de francés, estaba muy habilitada para hacerlo, pero tenía que ir a Rosario.

¿De qué año estamos hablando?
Ella tenía 10 años más que yo, nació en 1933. Habrá sido 1953.

Es que no había profesorado de francés, eran títulos habilitantes que daba la Alianza Francesa. Tendríamos que averiguar en qué año se crea el profesorado de Francés en Paraná. En Brown se crea en 1973, creado por chicas que estudiaban en Paraná.
Ella conoció más de literatura, aprendió muchísimo más en la escuela francesa que en la escuela pública.

En tu casa se hablaba francés, qué implicó para vos crecer con esa lengua en tu casa.
Uno no se da cuenta cuando es chico, recién ahora me empiezo a dar cuenta de lo beneficioso, de lo que me gustaba, nosotros continuamente música francesa.

¿Siempre te dirigiste a ellos en español?
Sí. Mamá hablaba francés perfecto y me decía “vamos a hablar” y a mí me daba vergüenza. Y también le pasó a mi hermana, que no sé qué dijo y papá la corrigió y ella dijo: “delante tuyo no hablo más francés”.

Cuando tu mamá se fue a Francia…
Fue un viaje de placer y lo conoció a papá y se quedó viviendo allá 7 años. Se llevaba muy bien con mis tías, fue muy feliz. Fue una relación muy hermosa, ella era muy cariñosa, muy simpática, por eso siempre mantuvo la correspondencia, con mi tío Arnaud, como él era maestro en España sabía muy bien español, entonces mantuvo una correspondencia muy nutrida. Nosotros nunca nos separábamos, jamás cortamos. Le tengo que agradecer a mamá porque ella continuó hasta antes de morirse.

Vos al día de hoy conservás vínculos con tus primos…
Sí, sí, nos hemos visto. Son un poco mayor que yo. El alcalde de Tardets, él es el marido de mi prima y fue 20 años le maire de Tardets.

A tus hijos le transmitiste este amor por los orígenes…
Sí, sí, Verónica se emociona cuando vienen los primos, pero yo no los obligué a estudiar francés. Estudiaron inglés, pero el año pasado Fernando viajó a Francia. Se vino loco que quiere estudiar francés. Él es muy como yo: me dijo que va a digitalizar todas las fotos. Vino enamorado, muy emocionado. Está la casa todavía en Tardets, donde vivieron mamá y papá. Mi prima me enseñó dónde era la casa.

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