Entrevista: Marcela Lucía “Coqui” Beltrame de Chiesa
Cuéntenos de sus antepasados franceses.
Mi abuelo se llamaba Marcel Antoine Cuabos trabajaba en Argelia, el gobierno francés lo mandé a Alger y, no sé cómo se conoció con mi abuela, que se llamaba Léonie Rouzés que era de otra ciudad, Constantine. Después el gobierno francés lo mandó a la Argentina, él era ingeniero de Vía y Obra. Mi mamá nació en Argelia en 1905, vinieron en 1910 a Santa Fe, con mi mamá que tenía 5 años. Cuando él trabajaba acá, su despacho estaba en San Luis e Hipólito Irigoyen, donde estaba el registro civil.
¿Usted lo conoció a su abuelo?
Sí, murió cuando yo tenía 18 años. Yo era única nieta y mi mamá, única hija, Margarita (Margot), así que éramos muy pegados.
¿Y con él hablaban en francés?
Sí, yo con mi abuelo hablaba en francés porque cuando empecé a hablar empecé hablándole en castellano. Pero él me dijo: “si no me hablás en francés, no te compro más nada”, entonces empecé a hablarles en francés, a mi abuelo y a mi abuela. Y hoy no puedo hablar francés si no es con un francés, me molesta.
¿Y su abuela preparaba algún plato típico francés?
Hacía el couscous. Nunca más volví a comer porque ya nadie lo hace. Me regalaron un sobre, pero no quise probarlo porque seguro que no es como el de mi abuela. Estuvimos en Córdoba, había una feria muy grande, de gente árabe y pregunté si hacían couscous y me dijeron que no.
¿Ellos volvieron a Francia?
Él tenía adoración con el Líbano y con Siria, porque estaba muy cerquita y viajaban. Volvieron muchas veces, les pagaban viajes con licencia.
¿De qué zona era su familia?
Era de Saint-Etienne.